Cuando se trata de financiar la compra de vivienda, es fundamental entender las distintas alternativas disponibles en el mercado para elegir la que mejor se ajuste a tus objetivos y capacidad financiera. En Colombia, las dos opciones más comunes son el crédito hipotecario y el leasing habitacional. Ambas permiten adquirir un inmueble, pero difieren en estructura, requisitos y beneficios.
Crédito hipotecario
El crédito hipotecario es un préstamo otorgado por una entidad financiera que permite financiar hasta el 70% del valor del inmueble. El comprador debe contar con una cuota inicial del 30%, y desde el momento de la compra se convierte en propietario legal de la vivienda, aunque ésta permanezca como garantía hasta el pago total de la deuda.
Entre sus características principales se encuentran:
- Propiedad desde el inicio: El inmueble queda a nombre del comprador desde la firma de la escritura.
- Gastos iniciales más altos: El comprador debe asumir costos de escrituración, registro e hipoteca al momento de la compra.
- Mayor autonomía: El propietario puede vender, refinanciar o cancelar la deuda anticipadamente sin necesidad de ejercer una opción de compra.
Si tu prioridad es ser propietario desde el principio, el crédito hipotecario es una opción sólida. Si en cambio buscas mayor financiación inicial, menor carga de gastos y más flexibilidad en el tiempo, el leasing habitacional puede ser una excelente alternativa.
Leasing habitacional
El leasing habitacional es una alternativa en la que la entidad financiera adquiere la propiedad del inmueble y el interesado lo utiliza bajo la figura de locatario, mediante un contrato con opción de compra al finalizar o durante la vigencia del contrato. En este caso, se financia hasta el 80% del valor de la vivienda, y el cliente debe aportar una cuota inicial del 20%.
Sus principales características son:
- Propiedad del banco: El inmueble permanece a nombre de la entidad hasta que se ejerza la opción de compra.
- Costos iniciales reducidos: No hay gastos de escrituración ni registro al inicio; estos solo se pagan si se adquiere la propiedad.
- Flexibilidad en la decisión: El locatario puede comprar, ceder el contrato o no ejercer la opción al finalizar el plazo.
- Beneficios fiscales: Está exento del impuesto de timbre, lo cual representa un ahorro adicional.